viernes, 20 de agosto de 2010

Autolesión


A pesar de que una consulta de psicología no es representativa de la población general, cuando llevas años trabajando te das cuenta de que no puede ser sólo casualidad que hace tiempo la mayor parte de las consultas se relacionasen con la ansiedad y actualmente te consulten especialmente por otro tipo de problemas.

Entre los motivos de consulta que, percibo, se han incrementado notablemente están las autolesiones en adolescentes. Cada vez son más los jóvenes que consultan porque ante el dolor emocional se autolesionan para reducir su ansiedad, su temor o su malestar.

La autolesión (cortarse, quemarse, golpearse), esta forma de encontrarse mejor a corto plazo, en seguida se torna peligrosa porque generalmente el grado y la profundidad de la lesión aumenta al mismo tiempo que el problema avanza. Y el problema avanza muy rápido...

Hay que contar también con que el entorno no suele entender porqué la persona tiene esa necesidad imperiosa de hacerse daño y suele juzgarla como manipuladora, como si todo girase en la búsqueda de atención. Algo que sienta fatal a la persona que se autolesiona y que, yo creo, es una simplificación cruel de la situación.

Por otra parte, si es verdad que la persona que se autolesiona generalmente necesita que los demás, especialmente sus familiares, la atiendan, la escuchen y la apoyen. En la terapia es tan importante la colaboración de la persona que se autolesiona (y que generalmente sufre mucho con esta circunstancia) como la de su familia.

Tengo que decir, que siempre he contado, en el caso de mis pacientes, con ese apoyo y que es eso, lo que permite que las personas salgan adelante y se atrevan a explorar sus preocupaciones, sus problemas de otras formas, se atrevan a mirar su realidad con otros ojos.

La terapia en casos de autolesión suele resultar muy efectiva a medio plazo y desde luego creo que es necesaria. De este tipo de circunstancias es muy difícil salir sin ayuda y cuando las lesiones se mantienen a lo largo de mucho tiempo pueden acabar derivando en otro tipo de trastornos, haciendo más compleja la terapia y el pronóstico.

Cuando llegan a consulta este tipo de pacientes sueles saber que el trabajo va a ser intenso, a requerir mucha dedicación y mucha responsabilidad. En todos los casos que he tratado siempre me he encontrado tras las lesiones a personas estupendas y a familias comprometidas, que tratan de crecer movidas por esto que creyeron nunca vivirían.

A mis pacientes gracias por creer en lo que trabajamos juntos. A sus familias gracias por su apoyo y su confianza más allá del miedo.

A los que leéis estas líneas buscando una salida: ánimo, esto también pasará.

1 comentario:

  1. Mil gracias a todos los que no nos juzgais y nos entendeis (Dentro de lo complejo que es entender este tipo de conductas). Yo conseguí salir de aquel pozo, y espero no volver a caer en él.

    gracias y animo a todos!! es dificil, pero en la vida lo dificil es lo que tiene sentido! ANIMO

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