viernes, 17 de agosto de 2012

Con la mejor intención. Cuentos para comprender lo que sienten los niños

Las consultas relacionadas con situaciones que afectan a los niños son cada vez más frecuentes (ser padre o madre hoy en día, desde luego no es tarea fácil). Mi forma de trabajar en la mayor parte de los casos es de manera indirecta, a través de pautas concretas con los padres que suelen generar cambios rápidos en sus pequeños (qué flexibles son los niños comparados con nosotros los adultos!!!). Según mi experiencia, de esta manera la terapia se abrevia y se consigue no patologizar al niño, al mismo tiempo que los padres se implican y se sienten más capaces y exitosos en la educación de sus hijos. Lo cierto es que, en muchos ocasiones, los padres, con la mejor intención, pero no tan buenos resultados, intentamos solucionar las dificultades de la vida diaria tratando de hacerles entender a nuestros hijos las cosas. Pero el mundo de los niños es el mundo de los sentimientos y como dice la autora de este libro "ellos están preparados para sentir emociones mucho antes que para comprender razonamientos". En la terapia indirecta el objetivo es buscar soluciones, no buscar culpables, de forma que los padres puedan enseñar a sus hijos a gestionar sus emociones de forma adecuada (no se me ocurre nada tan importante como esta enseñanza hoy en día, tal y como están las cosas). Este libro, pensado tanto para los profesionales como para el público en general, narra breves cuentos sobre problemáticas cotidianas (celos entre hermanos, miedos, pérdidas), ofreciendo una orientación práctica sobre como manejarlas y evitando que las soluciones que apliquemos compliquen la situación. Me gusta especialmente porque su lectura ayuda a sentir lo que sienten los niños, a los que tantas veces les ponemos pensamientos de adultos, tan lejanos de su realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario