domingo, 15 de marzo de 2015

Cuando son los pacientes los que hablan...

Esta semana he recibido la carta de una paciente a la que admiro mucho, por su valentía en un proceso de ruptura con mucho coste personal, por aceptar lo que había sucedido y toda la revolución emocional que esto conllevaba. Por superar la situación y por superarse a sí misma. Hay situaciones que uno preferiría no haber vivido, pero de darse, que importante sacar recursos de ellas para toda una vida.
Con su permiso, ahí van estas palabras generosas y sinceras, por si pudiesen ayudar a alguien.




A todas esas mujeres. A las que tienen miedo, a las que están asustadas, a las que no saben qué hacer, a las que ya no le quedan fuerzas, a las que se sienten perdidas y no encuentran sentido a sus vidas. A las que la persona que quieren se lo ha quitado todo, a las que ya no ven a su pareja con los mismos ojos porque esta le insultó, le levantó la voz, le levantó la mano o incluso le pegó.

A las que le arrebataron su esencia…

Sé que piensas que no hay otra cosa, que no puedes hacer nada, que las cosas van a cambiar o que mereces lo que estás viviendo.

No es así. Yo que viví lo mismo que estás viviendo tú, que escuché las mismas palabras tan feas que estás escuchando tu, que sentí lo mismo que estás sintiendo tú, te digo que no es así. Que nadie tiene derecho a arrebatarte tu sonrisa, tus ganas de vivir, tu esencia… eso que te hace tan especial y única.

No te dejes, porque nadie se merece ser tratada de esa manera, porque tú vales y no puede haber nadie que te haga dudar de ello.

Sé que es difícil, nunca dije lo contrario, pero también sé que no es imposible.

Yo te animo a ser valiente, a coger de nuevo las riendas de tu vida, a volver a buscar la felicidad que antes sentías y a reencontrarte con tu sonrisa.

No tengas miedo a volar, porque somos nosotras, y sólo nosotras, las que nos ponemos los límites, y tu límite tiene que ser (como mínimo) el cielo.

No tengas miedo a pedir ayuda, eso te hará valiente. Te ayudará a enfrentarte a tus temores, a tus peores pesadillas y te hará libre. Libre como yo lo soy ahora.

Yo creo en ti.

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